Una de las cosas más importantes a la hora de preparar archivos para impresión es convertir el texto a curvas.
Cuando conviertes el texto a curvas, ese texto deja de ser un texto y se convierte en un objeto vectorial ó dibujo. En ese momento deja de ser editable con la herramienta de texto, pero te garantiza que tu diseño quedará impreso exactamente como tu lo realizaste, aún en el caso de que la persona que reciba el archivo, no tenga instalada en su computadora la fuente que utilizaste para tu diseño.
Una práctica muy común es guardar dos versiones del mismo diseño. Una versión con el texto tal cual, para que lo puedas editar fácilmente, y otra copia con el texto convertido a curvas para poder mandar a impresión y que el texto no sufra alteraciones.